Su nombre es Francisco Allaime Nuñez y asiste a 4º grado de la Escuela Nº 8-366 Nuestra Señora del Carmen de Cuyo en Santa Rosa. Con 10 años recién cumplidos conoce el valor del sacrificio y la responsabilidad. Sin dudas que este pequeño es un ejemplo para todos.
Ni el frío, ni las lluvias, ni el viento, ni el sol, son obstáculos para que este pequeño y valiente estudiante logre llegar hasta su centro educativo al que concurre junto a sus compañeros.
Se llama Francisco Allaime Núñez y asiste a 4º grado de la Escuela Nº 8-366 Nuestra Señora del Carmen de Cuyo, en el distrito de Ñacuñán, en el departamento de Santa Rosa y con apenas 10 años, ya conoce el valor del sacrificio y la responsabilidad.
Montado a su fiel amiga “Carnavalera”, su compañera de cuatro patas, recorre senderos y huellas para poder estudiar. Son diez kilómetros que lo separan desde su casa ubicada en el puesto El Zanjón de la Estancia Don Doménico hasta llegar a su amada escuela, donde todos conocen su historia y es recibido por sus amigos y docentes.
Vive con sus papás Gonzalo y Silvana, ambos se dedican a las tareas que conlleva la mantención de un puesto. Fran, como todos lo llaman tiene una hermana, su nombre es Martina y el año pasado finalizó 7º grado y actualmente asiste a la escuela Osvaldo Pinto de Las Catitas, donde una semana la cursa virtual y la otra presencial, por lo que debe hospedarse en la casa de familiares en esta zona del departamento.
“Es una familia que realmente se preocupa y ocupa mucho por la educación de sus hijos” comentó a Diario Diez, Mariela Ponce, Directora de la escuela albergue de Ñacuñan. “Son más de diez kilómetros que recorre a campo traviesa y a mitad de camino, le queda la base de la Reserva de Biósfera. Allí, siempre es contenido por los guardaparques hasta llegar a destino”, cuenta.
“Todos los días lo vemos llegar, desciende a diario desde su puesto hasta la escuela y la verdad que nos llena de emoción. Siempre trae una sonrisa y todos valoramos mucho su esfuerzo. Actualmente por la pandemia, prefiere ir y volver todos los días y si hace mucho frío y el clima no acompaña, se queda albergado en la escuela”.
Así se lo ve diariamente sobre su yegua “Carnavalera”, Francisco cuenta, que la llamó de esta manera porque nació para época de carnaval, es suya y fue amansándola a medida que fue creciendo y pasando el tiempo. Le gustan muchos los animales y dice que le gustaría realizar tareas de campo y tener vacas y chivas, quiere tener sus propios animales. “Quiero trabajar fuerte como mi papá” cuenta a sus compañeros además de afirmar, admirar a su papá por todo lo que hace.
Su directora dice que es un niño inmensamente feliz con lo que tiene y lo disfruta. “Su papá está aprendiendo a tocar la guitarra con lecciones que toma por internet y el sueño de Fran, es tener su propia guitarra y que alguien le enseñe”, afirma. “Le gusta mucho y hace recitados, siempre sobre animales o sobre el campo”.
“Aprendió a montar desde pequeño y cuando viene a la escuela, trae unas boleadoras de hueso, porque aún no lo dejan usar las otras, por si se le cruza algo, dice él”.
El pasado 7 de julio, Fran cumplió 10 años. Es un niño que sonríe, juega y ama ir a la escuela. Tiene muchos sueños que un pequeño a su edad anhela, entre ellos una guitarra, para seguir construyendo con su música un mundo de sueños, ese mundo maravilloso que cultiva cada día en su querido pueblo de Ñacuñán.
EL PEQUEÑO FRANCISCO Y SU HISTORIA:
Fuente: Diario Diez.
Cámara: Gerardo Tejeda.
Edición: Fabian Gustavo Rodríguez.
Conducción Noticiero 7: #ElMedioDia Sergio Suarez y Noelia Nieto.
Producción Periodística: Gabriela Sosa.
Gracias El Siete Mendoza (Canal 7).
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