Definitivamente, el nuevo certamen organizado por el Consejo Federal del Fútbol Argentino, no hace otra cosa que perjudicar a los clubes que participan del mismo.
La “Región Cuyo”, que es la que nuclea a los 13 equipos de la Provincia de Mendoza, es el fiel reflejo de lo desordenado y deficitario que es el Federal Regional.
En un primer momento, la intención era no desequilibrar económicamente a los clubes, fortalecer las ligas y que los participantes viajaran lo menos posible para abaratar costos. Pese a esa idea inicial, varios clubes se bajaron antes del inicio, entre ellos: Huracán (SR), Rincón del Atuel, Rodeo del Medio, Andes F.C., entre otros. El motivo? simple, económico.
Otros, apostaron e hicieron una gran inversión para ser protagonistas, en tanto hubo algunos que se lanzaron a la aventura de jugarlo y experimentar un nuevo desafío futbolístico, sin cometer locuras ni hipotecar el futuro del club.
La disparidad de criterios para los organizadores del campeonato que llegó para reemplazar al Federal “B” y Federal “C”, hace que unos equipos lleven disputados 4 encuentros y otros 3, que los que han jugado lleven un fin de semana de descanso (obligado) y en tres fines de semana más estarán parados igual cantidad de semanas. Un verdadero papelón.
La Zona “4”, donde intervienen S.C. Pacífico, Atl. Pilares, Dep. Bowen, Sp. Pedal y S.C. San Carlos, comenzaron una semana antes que las Zonas “3” (Atl. San Martín, Atl. Palmira, La Libertad y Montecaseros) y “4” (Gutiérrez S.C., Andes Talleres, FADEP y C.E.C.). Lo curioso de ésto es que se armaron los grupos para que no haya gastos en traslados de un lado al otro, pero con el próximo parate de 3 fines de semana, los equipos de las Zonas “3” y “4”, hará que las instituciones tengan prácticamente un mes sin ingresos económicos.
Así es muy difícil para los clubes mantener los planteles, con egresos (sueldo, planillas, etc.) y sin ingresos (sin fútbol, no hay recaudaciones), afrontar los compromisos económicos asumidos por los dirigentes en un principio.
El Consejo Federal deberá replantearse si son fructíferos éstos torneos o si en definitiva, lo único que hacen es dañar y destruir a las instituciones que año a año se ilusionan con conseguir objetivos y finalmente terminan frustrándose hasta quedar en la lona financiera.
Por Redacción.
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